Todo eso que querías decir
–que “tenías que decirme"–
lo dijiste,
pero fue para vos.
Te lo dijiste.
¿Lo habrás escuchado?
¿Lo habrás releído
buscando explicar
mi respuesta?
No. Creo que no. Estoy seguro. Va, no sé.
Hubo desmonte.
Nuestro chat es ahora desierto.
Estás ciego y solo. Extremadamente solo.
Y a los gritos
me pedís al oído
que te dicte el mapa
de tu territorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario