25.10.08

[un cura que casa a un hombre desaparecido]

la escritura abrumada, confundida.
los dedos que no saben, que se mueven
un hombre perdido.
llueve, ya no está la luna. el hombre está desorientado.
dejó su sonrisa en la mesa de luz, entre colillas de cigarillos y libros que jamás serán leidos.
dejó de confiar, de esperar...
está desesperado.
se pierde en el bosque de rostros ajenos
el sentido destruido y difuminado
los colores amargos
y la pesadez en los cachetes. cuesta, cuesta sonreir.
donde estas leonor?? no te veo con tanta neblina. por qué no me contestas??
aparecen los recuerdos, cepillar los pantalones negros y agenos, el acto violento de un niño desolado, los secretos y los miedos, mover un cuerpo muerto por un pasillo estrecho, saber que ese cuerpo es una madre, que la madre es la tuya, que la madre es tía, que agonizó tres años, que la madre tía es mujer, que las mujeres tienen hijos malos, y que algunos son buenos, y que los hijos engañan y los hijos nos sobreviven.
saber que ya nada es importante
la madre tia mujer se convierte tambien en hombre y grita y se transforma en recuerdo.
el hombre desesperado cierra los ojos y siente la lagrima que corre por su mejilla.
el hombre desesperado ya no tiene fé
ya no cree
se siente solo
y si solo fuera esto?

el hombre desesperado también está aburrido

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