se siente en los hombros, en la mirada,
en ver siempre lo mismo.
Se siente en el aire viciado,
en el movimiento automático,
en la risa programada y fingida.
Se siente en el silencio, en entenderse con la mirada,
en lo repetido.
Encomienda repetida.
Encomienda congelada,
y descongelada,
y aceitada,
y fria.
Mochila vieja pero nueva
La conversacion enrarecida de siempre, tomar la mochila, correr hasta la puerta, abrirla, llegar a la cocina, bolsas el piso, carne en la mesada, mayonesa caliente, hambre, pero apuro, apuro tedioso, apuro aburrido.
Comer cosas ricas, comer cosas, cosas ricas,
y dormir.
Los mensajes atrasados
Los mensajes repetidos
Los mensajes cortados
Los mensajes contestados y lo que no.
Los mensajes aburridos
Tedio imperceptible, tedio encadenante,
tedio aburrido.
Dias R en la L.
Dias L.
Leonor se encontro con el hombre desorientado, se dieron un beso.
Fue en un café, cerca de casa.
Los dos no sabian que decir, fue raro.
Se miraron, se miraron mucho.
Mirada pervertida,
tedio abrumador,
tedio productivo.
Darse cuenta que el tedio es cambio,
y el cambio bueno.
Y la necesidad no es tedio
La elección no es tedio
Y ¿qué es el tedio?
Leer los pastorales antiguos
El pasado pasado, el futuro prohibido
El silencio exigido
Leonor sorprendido
El género se destruye
La poetica estalla
Lo raro enrarecido
Cuando salió del hotel, la luz del sol pegó directo en los ojos de leonor. tenia anteojos.
leonor caminó media cuadra hasta la avenida
y pidió un taxi
- Córdoba y Medrano por favor.
Leonor sonreía.
El hombre desorientado salió quince minutos después, como lo habian previsto. Se prendió un cigarrillo, caminó un par de cuadras, llegó a un puente.
El frío de la baranda lo estremeció, vio pasar un tren. Penso.
Era asco, asco.
Asco reprimido.
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